English Abstract: And I love to live so pleasantly, lazin' on a sunday at the noon
Esta mañana me he ido a cambiar el coche de aparcamiento, no sea que alguien se piense que es un coche abandonado a su suerte. Inevitablemente, también, debía darle uan vueltita para que la batería hiciera un poco de ejercicio.
El caso es que, igual porque ayer ví por primera vez "El sexto sentido", y me llegó mucho esa conversación final entre Haley Joel Osment y Toni Collette sobre la abuela, que he decidido usar la recarga de la batería como una magdalena proustiana. Otra cosa es que durante muchos meses, mis viajes han sido de casa al curro y viceversa, más al safari mensual a la tienda de cómics, y esta mañana el cuerpo me pedía ir más allá. Así que he virado el volante en dirección al Tibidabo. Allá donde mi abuelo fue a buscar leña y perdió el hacha. Allá donde pasé memorables jornadas infantiles en vetustas atracciones, allá donde la ciudad se extiende, tentadora, a los pies de una: haec omnia tibi dabo si cadens adoravis me.
Ya sé que no es muy lejos, pero es menos complicado que secuestrar un avión a las Bermudas.
No me ha costado encontrar aparcamiento al lado de la Avda. Tibidabo, cosa que he interpretado como una señal de los cielos, y me he dado un paseíto cuesta arriba hasta la parada del funicular. He descubierto que el Funicular no entra en el abono de bus, así que, como no es precisamente barato, y lo que yo quería era ver Barna-city desde las alturas (que hace... puf! que no lo hago), así que opto por tomarme un cortadito en el bar Mirablau (1), mientras disfruto de una espectacular vista de la ciudad con el mar al fondo. A esta hora, antes de comer, no me he encontrado con demasiada clientela ni molesta música de fondo.
Tras ese ratito de contemplación, me he dicho que no me apetecía correr para volver a casa, así que no he cogido la Ronda y me he metido por las calles paralelas. Al pasar por Sarriá, me han venido ganas de hacer otra paradita, y -otra señal divina- he encontrado aparcamiento sin dar muchas vueltas. Aquí el objetivo era picar un platito de las que son -posiblemente- las mejores patatas bravas de Barcelona y del multiverso entero: las de Can Tomàs (2). Sarrià es un barrio de la parte alta, pero aún conserva el aire del pueblo que fué una vez. El Bar Tomás mantiene el aire de siempre, conservando las sillas viejas y las mesas de formica... Juraría que en la pared detrás de la barra aun sobreviven los restos de la antígua iluminación a gas. En el momento que yo he ido (ya era la hora de comer), las mesas estaban todas ocupadas, pero en la barra había sitio para estar sin apreturas y, que caray, te sirven de manera inmediata ¡Donde estén estas bravas que se quite el caviar!
Total, que para algo en lo que tenía pensado dedicar unos veinte minutos, he acabado pasándome unas dos horas de holgazaneo dominical, y por supuesto, todo el ahorro que me ha supuesto la aplicación del plan "tacita a tacita" durante la semana en curso se ha ido a tomar viento, pero, bueno esta semana que viene (y probablemente la siguiente) me tengo que comer jornadas nocturnas de 12 horas, así que, amigos y amigas, hoy me convenía repostar fuerzas espirituales.
Notas:
1) Plaça del Doctor Andreu, Avda. Tibidabo, enfrente de la parada del Funicular. Ojo que el cortado a estas alturas va con sobreprecio: 1.80 del ala (como se nota que por este bar van muchos turistas, pordió). Eso sí, la vista es espectacular.
2) Can Tomás. Major de Gràcia, 49, cerca de la estación "Reina Elisenda" de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC)
February is Laughton season in New York!
9 years ago
7 comments:
Creo que a veces un trago largo vale por muchas tacitas. Tanto pensar en administrar tiempo y dinero hace que a veces se nos olvide qué es lo que pide el cuerpo.
No conozco los sitios que nombra, pero ha sido un placer pasear por ellos con lo que cuenta. Me entraron ganas de salir de casa y perder de vista el ordenador durante unas horas.
Buen día tenga usted, Doña Chufa. :)
"a veces un trago largo vale por muchas tacitas" Esta me la apunto ;D. Aunque a veces la economía no nos permite demasiados lujos, si que es verdad que darse un gusto de tanto en tanto es media vida.
Por poner un ejemplo: ayer mientras estaba de relajo, penseé que, caray, con la de cosas que tenía pendientes en casa y yo vagueando por ahí... Pues resulta que, al volver a casa, y durante el resto del día, me quité de encima un 80% de las cosas que me había dejado pendientes para el fin de semana, o sea, que mi momento de pereza dominguera de la mañana me convirtió en una persona más productiva por la tarde.
Que leches... hasta hoy voy a ir al trabajo contenta y todo :p
Moraleja: cargar las pilas compensa
Y tanto que compensa, muchas veces merece la pena parar un rato para después ser capaz de arrancar.
Cuando vaya por Barcelona, que voy dos veces al año o así te pediré sitios guays para ir. y baratos. Ese que mencionas lo recomienda Carlos Herrera bastante.
Yo estuve en uno muy majo Can ramonet, que no se lo que cuesta porque pagó el jefe supremo de Miguel y no recuerdo comer muy bien en muchos más. Me interesa que me alecciones.
Bueno, lo de sitios para salir, intentaré ayudar, aunque como no como mucho fuera y salgo poco, puede que según que recomendaciones estén anticuadas.
La pega hoy en día es que muchos sitios te los encuentras muy llenos, por aquello de la fama y el turismo... aunque hay el truco (si hay disponibilidad horaria) de ir al revés, o sea al las horas en las que no va mucha gente a ese local: pasas de no poder entrar a un local a poder escoger mesa.
Creo que por un lado, en Barcelona se han abierto muchos locales de agradable estar (bares, restaurantes), pero muchas veces el decorado (que realmente puede ser muy bonito) no encuentra la debida equivalencia en lo que allí comes (correctito o pasable). Yo es que soy muy de "cocina de mercado", y cuando viajo a Madrid, soy muy de casa de comidas y eso es algo echo algo de menos en Barna. Aunque si que hay algunos buenos locales como el Bilbao en Gracia o La Gardunya en el mercado de la Boqueria (espero, hace tiempo que no como en ninguno de los dos): en el caso del Bilbao, el local no tiene nada de especial, es pequeñín y estrechito, pero se come de PM.
Cuando cojo el autobús a Barcelona, soy más de patearme barrios que de ir a un lugar en concreto (sobretodo barrios que existen alrededor de una tienda de cómics, ja, ja). A mí me gusta, por ejemplo, patearme el barrio de Gràcia, o lo que va de Arco de Triunfo a la Ronda San Antonio (pateada que incluye los barrios de la Ribera, Gotico y Raval), pero eso es un gusto personal.
El Raval quizás es el lugar en donde hay una mayor efervescenca de nuevos bares de copas y/o restaurantes curiosones, desde Clásicos como Can Almirall a modernillos/cutrefashion como "El cafe que pone Muebles Navarro".
Respecto a la vista "aerea" de la ciudad, un paseo agradable es ir andando por la sierra de Collserola (Tibidabo y montañuelas colindantes) por la carretera de las aguas. La alternativa, en el lado de mar, es Montjuich: una visita al MNAC (Museu Nacional d'Art de Catalunya) es agtadable, no sólo por el contenido del museo, sino por la espléndida vista de la ciudad a la entrada.
Man, this sounds like an interesting entry.
But the only two things I understood was an evangelic phrase in Latin and the fact that Gloria had some troubles with her car's battery.
Oh, there was no big trouble with the battery, only that I don't move the car much of late and, in order to prevent the battery from loosing its power, I went into a little tour to recharge it. Onlt that I felt like having a wee bit of relax and I visited some favourite spots in the city I haven't been in for ages, close as they are.
I feel I should take breaks like these more often, goshdarnit, I musn' tleave the be-yoo-tee-fool spots in my native city to be enjoyed by t tourists alone ;p
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