Saturday, August 25, 2007

Daredevil Nº 18: Se un héroe

English Abstract: comments on Daredevil Vol. 2 #88 "The Secret Life of Foggy Nelson"

Nivel de destripe/spoileo: Daredevil número 18 del Vol. 2 de Panini (DD Vol. 2 #88 USA)



Vamos a darle aquí un repasillo al último número de Daredevil publicado por Panini. David Aja ilustra en esta ocasión los guiones de Ed Brubaker, haciendo una más que digna suplencia de Michael Lark, y le da a la historia un aire sombrío y lluvioso que no desmerecería un episodio de Expediente X. Aja es el dibujante de la nueva serie dedicada a Puño de Hierro , con guiones de Brubaker y Matt Fraction... así que ya os podeis imaginar que me encuentro más que dispuesta a darle un tiento a la serie sobre Danny Rand en cuanto se publique por aquí ;D

El anterior Manifiesto Nelsoniano estuvo motivado por la pasión y muerte del Fogster, más lo que la última página del número 17 parecía indicar que era su resurrección... y entonces una se quedaba así como "mandeloqué!?".

En los tebeos, a veces los autores recurren a matar un personaje para dar golpes de efecto. El problema es que a veces se matan un poco al buen tuntún y de manera cutre, y lo peor es que autores posteriores suelen resucitar a esos personajes por presión del fandom, siendo tales resurrecciones a veces tan cutres o peor como la muerte que les precedió. Pondría como ejemplo la épica muerte de Fenix, tristemente devaluada por posteriores resurrecciones y más muertes que dejan al pobre Cíclope como una piltrafilla emocional y carne de psiquiatra. A mí me casca un poco que maten y resuciten personajes y luego resulte que eran clones, skrulls, hologramas o robots que les estaban suplantando, volviendo los "originales" parafraseando a Mark Twain con aquello de que las noticias sobre su muerte eran exageradas.

Así que servidora tenía sus resquemores ante la "resurrección" de Foggy. Y he de decir que me quito el sombrero ante Brubaker...¡Jodó! ¡Cómo me (nos) la ha jugado!... y el caso es que la jugada estaba perfectamente planificada, así que no se trata de uno de esos casos en el que se resucita a un personaje cuando una nueva generación de lectores se ha olvidado de su mera existencia... Brubaker ya lo tenia planeado desde el principio y había ido dejando caer pistas: por ejemplo, Dakota comentando que Foggy se estaba estabilizando en la ambulancia, o cuando Matt se repetía a si mismo "Su corazón aún late". En este número por fin se nos desvela lo que realmente pasó con él.

Despues de ver a Foggy apuñalado (Panini 12, USA 82) y enterrado (Panini 13, USA 83), un título como la "La Vida Secreta de Foggy Nelson" sugería oscuras revelaciones sobre algún oculto detalle del pasado de Franklin....¿Qué era lo que no sabíamos de él? ¿Era espia para una potencia enemiga -pongamos, Swazilandia de Arriba-? ¿Era Testigo de Jehová (1)? ¿Hacía encaje de Bolillos? ¿Era aficionado a cantar canciones de Nino Bravo o Luis Mariano los viernes por la noche en sórdidos tugurios karaokeros? Nada de eso, amiguetes y amiguetas: la vida secreta de Foggy es la que está llevando ahora mísmo, ¡cuando todo el mundo le cree muerto! Ahora Franklin Nelson no existe, en su lugar hallamos a alguien en el proceso de convertirse en Everett Williams (2), contable.

Imaginemos la escena: El pobre Nelson desangrándose a punto de entrar en el quirófano y el FBI ofreciéndole en ese momento entrar en el programa de testigos protegidos y dejar a trás toda esa mierda de ser una diana andante para todos los enemigos de Matt Murdock. No es de extrañar que en un momento de tal vulnerabilidad el pobre hombre dijera "Vale, de acuerdo, acepto pulpo como animal de compañía"... y es que la puñalada es la gota que rebosa el vaso. A Foggy le han estado lloviendo los chuzos de punta en toda la etapa Bendis: acosado por la prensa, haciendo vida de monje cartujo en la asediada sede de Nelson & Murdock, se ha mantenido leal a Matt como un campeón. Pero ha llegado a un punto en el que no lo soportaba más. Y aún sin haber delatado a Matt -ya que su status como testigo protegido es para averiguar quién intentó matarlo, no para saber si Matt es o no Daredevil-, el todavía convaleciente Foggy se siente fatal: "No soy un cobarde" se lamenta "pero no soy muy valiente". Y lo peor es que sabe que Matt se ha fugado de la carcel y, creyéndole muerto, va a organizar una vendetta de tres pares de narices... Y Foggy sabe que para su amigo Murdock eso es salir de la sarten para caer en el fuego, pero se siente atrapado y absolutamente impotente para hacer nada. Aún así, Foggy se ve en la necesidad de pasar a la acción cuando oye a dos de los agentes que le custodian que su buen amigo Matt se encamina a una trampa...

Si habeis leido aquella historia de Miller en la que Matt perdía el control de sus supersentidos, recordareis esta memorable escena:
"Eres un superheroe fuerte y duro, Daredevil.
Has peleado con matones, Hulks y Kingpins.
Haz algo heróico.
Cruza la calle"



¡Esto si que es un reto! (DD Vol. 1 #187 USA por Frank Miller y Klaus Janson)

La odisea de Foggy consistirá en... ¡intentar hacer una llamada de teléfono!

¡Eh! ¡Poca broma! Los teléfonos del adosado suburbano en el que está tan protegido (y prisionero) están intervenidos, y él mísmo está vigilado las 24 horas, así que tiene que ingeniarselas para salir fuera y llamar desde una cabina a Ben Urich o Dakota North para que avisen a Matt de que él sigue vivo, y que no se meta en berenjenales. Que se dice pronto. Así que lo que va a hacer es...



Pues si, hijos/as, casi romperse la crisma intentándolo. Tiene su mérito porque el gachó gasta tripita cervecera, tiene los puntos de la herida a medio cicatrizar y ningún superpoder ni entrenamiento ninja para compensarlo.

Y ahí no acaba la cosa, merodeando cual tiburones por la urbanización, hay una serie de personajes nada recomendables: Agentes del FBI corruptos, mafiosos y ninjas de La Mano (3)...todos dedicados a la caza y captura de Nelson (y con la ventaja de que el resto de la humanidad ya le cree muerto), por suerte, Foggy tiene en una vieja amiga de Matt un angel de la guarda, y llega a la siguiente conclusión:



"Virgencita, que me quede como estoy"

Así que de momento, Foggy se queda sin poder hacer la llamada, y vuelve a estar bajo custodia de su agente del FBI (sospechosamente parecido a Ed Brubaker) y pensando que el mundo se ha vuelto loco. ¿Avisará esa vieja amiga a Matt de que Foggy está vivo? Pues no se... Porque la moza es de las que tiene muy mala idea. Vaya que sí.

Y por cierto la confesión de Nelson acerca de su falta de redaños es un claro caso de baja autoestima: la historia de "Daredevil" está llena de momentos en el que el bueno de Foggy ha demostrado de manera clara que que no es ningun cobarde, gallina, capitán de la sardina... pero éste será el tema de otro post. Permanezcan en sintonía.

Notas:
1) Pues va a ser que no, porque como revela este link, Foggy es Protestante, y concretamente Episcopaliano. Aunque nunca le hemos visto comerse el coco con temas religiosos como su compañero Matt (el pobre Murdock es católico, y eso te marca de por vida)
2) Un simpático guiño: William ("Bill") Everett fué el "papá" de Foggy, junto con Stan Lee
3) Siempre que oigo hablar de esta entrañable banda de ninjas me acuerdo de la Vuelta Ciclista a España. Más que nada por aquella canción de Azul y Negro "Con los dedos de la mano".

Saturday, August 04, 2007

Manifiesto Nelsoniano

English Abstract: About 1001 reasons to love Foggy Nelson. Madly.

Nivel de destripe/spoileo: Básicamente, Todo Daredevil hasta el reciente número 17 de Panini (DD Vol. 2 #87 USA)

No hace mucho, pillé una encuestilla en una web dedicada a los tebeos superheroicos. La cuestión era "¿Con que superheroe te gustaría tener una cita? " (¿o tomarte unas cañitas?). En un rato de ocio me dediqué a contestarla y, voilà, resulta que mi superheroe favorito es Madman, y ciertamente, me gusta mucho el bueno de Frank Einstein (Mérito de su papi, el magnífico Mike Allred) , pero... ¿una cita con él? ¡Cielos, Joe me mataría!

Pero no solo eso, porque resulta que el personaje de comics de superheroes con el que me gustaría tener una cita, tomarme unas cañitas y echarme unas risas, es Foggy Nelson. Y no es un superheroe, ni puñetera falta le hace.


Hete aquí el adorable susodicho (Los Cuatro fantásticos: vol. IV, no 1 Forum/FF vol. 3, #35 Por Carlos Pacheco, Rafael Marin y Jesús Merino)

Sí, amigos y amigas, el post de hoy se lo vamos a dedicar al simpar abogado de la Cocina del Infierno: Franklin "Foggy" Nelson, socio -y sin embargo amigo- del justiciero de las mallas colorás y los cuernecitos en la frente. Nelson, el Petronio de la Pajarita, el Rey de los Precedentes Legales, el del Indomable Flequillo con Raya en el Medio... Franklin Nelson, "Foggy" para los amigos, y sobretodo para las amigas.

El porqué de este manifiesto
Para el ocasional visitante de este blog que sea, además lector de Daredevil, puede resultarle un tanto curioso este manifiesto, pero me pasa es que yo no era consciente del cariño que le tenía al personaje hasta que fuí testigo de su martirio y muerte en el Daredevil Nº 12 (Panini=Vol.2 #82 USA)... pero cómo? Se han cargado al pobre Foggy? Me quedé traspuesta... Vale que las muertes de personajes siempre llamán la atención del lector, y son en sí una técnica de marketing, pero... caray, una cosa es cargarse a Fenix, y otra muy diferente a Foggy. Ha habido gente que incluso dijo "ya era hora!", como si las series se sostuvieran sólo en sus protagonistas y los secundarios fueran un mero lastre... (yo creo que una de las causas por las que me he desinteresado de Spiderman es por la lenta eliminación de su antes rico reparto de secundarios: cada vez más és sólo Spidey, MJ y la tía May)


"El Comité de Recepción de Ryker's Island le da una calurosa bienvenida" (DD Vol. 2 #82 USA/Panini 12, por Ed Brubaker y Michael Lark)

Por suerte, la aparente muerte de Foggy, corroborada por su entierro en el número 13 de Panini (#83, Vol. 2 USA), era falsa: al parecer, el señor Brubaker se guardaba ese as en la manga y hay que decir que nos lo había escamoteado habilmente. Yo misma me lo había creido, aunque el "Su corazón aún late" que repetía Matt, y el "Se estaba estabilizando en la ambulancia" de Dakota North, eran crípticas referencias que han resultado en el retorno del personaje... a ver como nos lo explica Brubaker en el siguiente número, pero, que os voy a decir, me alegro de que no esté a dos metros bajo tierra.


Pues no estaba muerto, estaba tomando cañas (DD Vol. 2 #87 USA/Panini Nº 17, por Ed Brubaker y Michael Lark)

Y yo me dije, esto no puede volver a pasar, no podemos dejar que nos maten así como así a Foggy... porque algún día algún escritor lo hará sin marcha atrás, así que, como los gladiadores que en masa se alzaban al grito de "¡Yo soy Espartacooo!" me voy a lanzar a glosar su oronda figura, porque conocerlo es amarlo, y darlo a conocer más tal vez sea una manera de hacerlo más invulnerable a los ataques de creadores "inspirados" por la furia homicida.

Dos hombres y un destino

Dos al precio de uno: busque, compare, y si encuentra algo mejor... (DD vol. #175 USA, por Frank Miller y Klaus Janson)

Murdock y Nelson, son dispares y sin embargo inseparables, como una buena melodía y su contrapunto: La visión idealista y justiciera que Matt tiene de la ley se complementa con el pragmatismo y atención al detalle legal de Foggy. Juntos son como Don Quijote y Sancho Panza, Tamino y Papageno, Epi y Blas, Anquetil y Poulidor, Butch Cassidy y el Sundance Kid.

Al contrario que otros amigos de Superheroes, como Rick Jones o Jimmy Olsen, Foggy nunca ha tenido tentaciones de ser el prototípico compañero del héroe, vestir spandex y saltar por los tejados en compañía de Matt (1). Y al contrario que los personajes ya mencionados, eternos adolescentes con trabajos tipo becario como Olsen, o sin oficio ni beneficio como Jones, Foggy ya se estrenó como personaje con una carrera universitaria a sus espaldas y como socio de un bufete de abogados, vamos, que siempre ha sido más adulto que el clásico compañerito que lanza exclamaciones curiosas tipo "¡Zapabamba de la pampaleta!": Desde el principio Mr. Nelson ha sido un hombre de provecho.

Foggy, en manos de guionistas capaces (y Daredevil es una serie bastante afortunada al respecto), es uno de esos secundarios entrañables que dan cuerpo a un buen relato, pero ciertamente nunca un segundón. Y como los buenos secundarios del Cine Clásico, es también un consumado ladrón de escenas, faceta recientemente aprovechada por Bendis, el cual le sacaba punta a las breves, pero sin duda jugosas, apariciones de Nelson.

Bendis o la retranca Nelsoniana como una de las Bellas Artes (Panini Vol. 1 Nº 67/DD Vol. 2 #65 USA, porBrian Michael Bendis y Alex Maalev)

La fiel amistad de Nelson con respecto a Murdock tiene su mérito: cuando éste no sabía que su mejor amigo se dedicaba a hacer de vigilante nocturno, encajaba con admirable resignación las inesperadas ausencias/salidas por el foro de Matt, sin preguntarse siquiera, como Perales, a qué dedicaba su tiempo libre (y eso fue durante la friolera de 347 números USA, ahí es ná)... En vez de eso, pues nada, a trabajar en casos que puedan pagar las facturas del bufete y lo mantengan a flote, para que Matt pueda dedicarse a impartir justicia en los juzgados cuando se cansa de impartirla a mamporros.

Que Nelson siga siendo tan estoicamente fiel y comprensivo despues de descubrir que Matt es Daredevil es ciertamente digno de encomio. De hecho, cualquier otro colegui de un superheroe habría convertido en Supervillano por menos de eso (recordad al finado Harry Osborn)... Bueno, también podría ser que el bueno de Foggy sea en el fondo un masoca de aquí te espero, pero lo cierto es que en el oscuro mundo en el que se desarrollan las aventuras de nuestro atribulado y atormentado Hombre sin Miedo, Foggy, con su característica bonhomía, es como un rayito de sol.

"Ni contigo ni sin tí..."
Eso sí, con toda la estima que le tengo al Fogster, hay que decir bien alto, que, bueno como és de por sí, unido a Murdock son el duo de la bencina, el Dream team, el despiporre, la biblia en verso y los donuts sin agujero...

Aunque en su larga relación, desde los tiempos en los que compartían cuarto en la Universidad de Columbia, ha pasado por diversas etapas, y sí, ha tenido sus altibajos. Sí, a veces son como hermanos, y otras, como George y Mildred, pero los separas, y no sé, como que les falta algo: Ann Nocenti lo resumió brillantemente en su etapa, cuando Matt, vagabundeando a su aire por esos mundos de Dios, pierde su memoria y su identidad, mientras que un solitario Foggy acaba dándole palique a los muebles de su oficina sobre las diferencias entre la Ley y la Justicia.


Matt sin Foggy: amnésico perdido y atontao por las bombas (suerte que ahí está Urich) (DD Vol. 1, #289 USA/ Vol. 2, Nº 30 Forum, por Ann Nocenti y Kieron Dwyer)


Foggy sin Matt: Dando discursos a los muebles sobre Ley y salchichas (DD Vol. 1, #290 USA/ Vol. 2, Nº 31 Forum, por Ann Nocenti y Kieron Dwyer)

En fín, que los podamos ver de nuevo juntos, y disfrutarlos a ambos en salud y por muchos años, aunque los guionsitas se empeñen en putearlos inmisericordemente.

Nota:
(1) A este respecto, hemos de constatar que Foggy se disfrazó una vez de DD, en una vieja aventura por Stan Lee y John Romita Sr., pero hay que aclarar que lo hizo para impresionar a Karen Page, quien, por un malentendido creado por Spiderman, sospechaba que Foggy era el mismísimo cuernecitos... Así que la intención de Foggy no era convertirse en superheroe, sino ligarse a Karen: Ay, ay, como dice el refrán "tiran más dos tetas..."
 
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