Friday, August 08, 2008

El Duo Calaveras

English Abstract: Sanders & Mason (or Mason & Sanders), or the building company that never was

Dialogando con otro bloguero de cine clásico, estuvimos hablando de lo mucho que nos gustaban James Mason y George Sanders, dos actores que muchos recordareis por sus disfrutables interpretaciones, y en especial, por esa textura, ese estilo, esa gravitas del viejo mundo que ellos otorgaban a sus magníficos villanos: sedosos, caballerosos, cínicos y desencantados, que podían ser tan odiosos como encantadores (los que no los recordeis, o peor aún, no los conozcais, deberíais poner remedio a eso visionando unos cuantos DVDs de estos grandes comediantes).


James Mason y George Sanders en "Operación Robinson" (A Touch Of Larceny, 1959), su única película juntos

Mientras hablábamos de ellos le referí una impagable anécdota que James Mason explica en su interesante autobiografía "Before I Forget". Al parecer, al poco de llegar a Hollywood, Mason recibió una llamada de Sanders (con quien no se había visto nunca). Sanders le quería hacer una propuesta de negocios que curiosamente, no tenía relación con el trabajo de ambos en el cine: Sanders se había enterado de que Mason, antes de dedicarse a la farándula, había estudiado arquitectura en Cambridge, y ello le había dado una idea estupenda.

El maquiavélico plan de Sanders consistía en crear con Mason una compañía constructora: Sanders sería el constructor y Mason el arquitecto, y ambos irresistibles caballeros explotarían sus contactos, su fama y su percha diseñando residencias para ricas damas viudas (se supone que sensibles a sus encantos). A Mason le divirtió tremendamente la propuesta e incluso llegó a diseñar un prototipo de residencia "Sanders-Mason" (contrariamente a los deseos de Sanders, cuya propuesta era contratar a un "negro" para hacer los planos).

¿Cómo acabo la propuesta? Bueno, tristemente, se quedó en el aire. Los diferentes compromisos en cine de ambos les impidieron ponerse manos a la obra. Quizás también, por una cierta inercia característica de Sanders, uno de cuyos sueños, explicaba Mason, era llegar a ser un magnate, pero esperando, de alguna manera, que la "magnatidad" cayera sobre él de manera accidental. Genio y figura.

Que quereis, me pone un poco triste que la cosa no saliera adelante: el mundo sería un pelín mejor si los constructores fueran más como nuestro duo calaveras, y menos como Paco El Pocero.

13 comments:

Eduardo said...

Qué gusto da leerte sobre cine...
Que maravilla, que erudición y que profundidad... De verdad que no me canso.

Gloria said...

Eduardo, mi único mérito es haber disfrutado del trabajo de estos dos deliciosos gamberros. Me he limitado a transcribir la anécdota tal como la refirió Mason.

Aunque tengo curiosidad de saber cual es la versión de Sanders: de momento no me puedo hacer con una copia de su autobiografía (excesivamente cara para mis recursos), pero he encargado una copia de la biografía que escribió su amigo, el también actor, Brian Aherne... A ver que tal.

Nota: la autobiografía del magnífico Sanders se titulaba "Memoirs of a Professional Cad"... Genio y figura, sin duda.

WODEHOUSE said...

Casi todas las celebridades aprovechan su fama y sus contactos para realizar jugosas inversiones y montar empresas la mar de rentables para engrosar sus ya de por sí abundantes ingresos y aumentar sus cuentas corrientes.
Qúe lujo venir a ver tus blogs.
Eres de todas las chicas que conozco la más formada y la que más sabe. Eres una bendición.

Gloria said...
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Gloria said...

Lo de hacer negocios en base a la fama de uno no es nada nuevo, pero el plan de Sanders tenía un "je-ne-se-quoi" que lo hace encantador: las señoras que el se proponía tener como clientas serían sin duda plenamente conscientes -y cómplices- del juego -digo, el negocio- que les propondrían estos dos estupendos caraduras XD.

Jaime Sirvent said...

Menudo para de tunantes, ¡qué clase tenían los dos!, ¡cuánto hemos perdido hoy en día!, lamentablemente no hay nadie actualmente que haya recogido el hueco dejado por estos dos grandes actores, que han sabido hacer del cinismo un arte en la pantalla.

A tus pies Gloria, como siempre acudo aquí genuflexo, por supuesto siempre después de tomar una horchata antes de entrar por la puerta.

Gloria said...

Jaime, la verdad es que me gusta refugiarme en el cine clásico, porque hoy en dia la etiqueta de "seductor" se la colocan a primer chulopiscinas de mirada vacuna que se coloca ante una cámara... en aquellos tiempos un galán tenía que ganarse los galones, y no sólo resultar atractivo (lo cual no quería decir necesariamente sólo "ser guapo"), sino saber seducir con el estilo, la voz, las miradas... incluso cuando la chica protagonista podía oler que bajo tan seductor aspecto había un golfante de categoría.

La verdad es que me gustaría que hoy en día tuviéramos galanes como William Powell, Ronald Colman, Cary Grant, Mason o Sanders... Porque, lo siento, pero gente como Brad Pitt o ColinFarrel los veo muy, pero que muy por debajo de tan excelsos listones.

WODEHOUSE said...

Hablando de doblaje, tenemos unos estupendos actores de doblaje que son capaces de mejorar algunas actuaciones penosas, o al menos salvarlas. Por ejemplo sin ir más lejos, a penélope Cruz la han doblado en la peli nueva de Woddy Allen y he visto el trailer y resulta más convincente que habitualmente.
Todavía me pregunto qué méritos tiene PE. Para mí aún está por demostrar qué sabe realmente hacer.

Gloria said...

Woodehouse, yo con elpaso de los años prefiero las películas en versión original, aunque sea en Kazajo o Maorí... El doblaje, por bueno que sea, pierde matices, y ya no pienso en la interpretación en sí, sino en el propio sabor local que dan las voces originales a sus personajes.

Pero coincido cintigo en que los profesionales del doblaje aquí son excelentes: aunque pienso que el doblaje tiene a estos actores "secuestrados"... Por ejemplo, Constantino Romero es tan buen actor de teatro, o TV, como lo es de doblaje... aunque quizás el problema de esstos actores es que aquí, al contrario que en Francia, un actor no convencionalmente atractivo no se come ni un colín: Constantino podría ser, que te diré... nuestro Phillipe Noiret, pero no caerá besa breva...

Lo que me trae a Pe: yo la verdad es que no le sigo mucho, pero lo que he visto de ella que me ha gustado ("La niña de tus ojos", "Volver") creo que debe más a un buen guión, una buena dirección de actores y un buen elenco a su alrededor, que a su talento "per se"... Pero en este caso, creo que el de Pe es un problema extrapolable a muchos actores de cine español: buena presencia, talento medio pero suficiente y recursos vocales pobres... Te pondría también de ejemplo Javier Bardem o Jorge Sanz: actores resultones e interesantes, pero cuya innegable expresividad ante la cámara no va acompañada de un equiparable poderío de expresión verbal.

Para entendernos, sería cuestión de comparar estos actores con Paco Rabal, tan expresivo en cuerpo y voz.

Alexander Zárate said...

James Mason era único y singular, y otra constatación de ello es la única película que produjo, 'bigger than life' (1956) de Nicholas Ray, una obra, como cuenta él, adelantada a su tiempo, no sólo por algo inusual como los efectos de una droga, en este caso la cortisona, sino por su condición espejo de una costumbre muy humana, la de buscar la solución a sus problemas en algo externo, sease unos cubatas o unas oraciones, y convirtiéndose en incisivo y sutil comentario ( sutil porque su ánimo de realismo se entreteje sabiamente con un poderoso subtexto) sobre cómo la sociedad nos impele, para mantener un ritmo de vida de consumo, a desgastarnos a veces en un desdoblamiento de trabajos, y cómo,para rendir nos apoyamos en esos 'estimulantes', aparte de, al servirse de la figura de un maestro, el transtorno por la droga le lleva a un grado de lucidez que revela la inconsistencia del ser humano común, pero tambien a creerse una encarnación de esa sociedad que exige el éxito de sus integrantes, llevandole a un extremo
inflexible...
Mason quisiera haberla realizado en blanco y negro, para acentuar el realismo de la historia, pero entonces comenzaba a usarse el cinemascope, aunque, todo hay que decirlo, el trabajo estetico de Ray con el scope es de los mejores que pueden verse ( y lo demostró en rebelde sin causa tambien)...Y es interesante ver, como productor, como defendió a capa y espada el respeto a la creatividad de Ray, enfrentándose a los ejecutivos del estudio...Ray hubiera necesitado más protectores como Mason, dado como parecía rapidamente inclinado a la depresión...alguien, como dice Mason, muy dado a las largas pausas, y que le costaba articular sus ideas...un fragil genio...
También parece que era proclive a los accidentes...Mason cuenta cómo una vez, estando en una acera, la manilla de un taxi,al girar en una curva, le enganchó de la hebilla y le arrastró toda una manzana...

Gloria said...

Lo que me gustó de Bigger than life", es cómo tu dices, esa crítica a la sapiración americana de ser un "super" en todo (que ilustrativa la escena en la que Mason juega al rugby con su hijo)... y lo irónico del tema (a la vez que interesante) es que Ray utilice una droga LEGAL, de esas que nos colocan las grandes farmaceuticas en plan "con-esto-se-te-arregla-tó" (con lo facilón hubiera sido meterse con las drogas ilegales)

Mason era un actor audaz: siendo aun joven, y relativamente desconocido, se montó con su futura esposa (que entonces estaba... ¡casada con otro! vaya tío!) su propia productora para hacer una serie de películas en Inglaterra que no tuvo demasiado éxito... Aún así, no dudó en arriesgarse,a lo largo de su carrera, con iniciativas no comerciales gracias a las cuales trabajó para directores como Ophuls o Ray... cuando se hubiera podido limitar a ser un exitoso galancito a sueldo de una "Major" en la estela de Stewart Granger (o Dirk Bogarde de joven, para entendernos: Mason es más equiparable al Viejo Bogarde)

Mason tomó decisiones sin temor de que le hicieran impopular: por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial se declaró objetor de conciencia, lo cual le hizo objeto de muchas críticas en Inglaterra... Con lo fácil que le hubiera resultado hacer el paripé, como otros, que lucieron brevemente el uniforme -y lejos de los campo de batalla-, para luego dejar en breve sus deberes "bélicos" y dedicarse a lo que mejor sabían hacer (y con lo que mejor servían a la causa). Tómese como ejemplo el servicio ful de Laurence Olivier ( click, click), y si pongo de ejemplo a este hombre, es porque le hizo luz de gas -le impidió representar una obra de teatro en Londres en 1951- a mi estimado laughton "porque no había servido a su pais", lo cual no es sólo falso, simo que además, sumamente agravioso, ya que el servicio militar de Laughton ( click, click fue de verdad, y no una pantomina de cara a la audiencia.

(Nota: si, soy co-responsable del trabajo de investigación sobre el servicio militar de Charles... Me mosqueé tanto por los comentarios de Olivier que me dediqué a patearme archivos ingleses durante años para reunir la información necesaria... Nadie se mete con Charles injustamente sin sufrir mi furia, juas, juas)

G. K. Dexter said...

Ainsss! Eran otra época y otros tiempos.

Qué se puede decir de la interpretación de Sanders en la versión cinematográfica de "El Retrato de Dorian Gray". Como aficionado a la obra de Wilde aún recuerdo con sumo agrado aquella oportunidad en la que pude visionarla en la TV (cuando la TV merecía la pena verla, claro).
Y qué añadir sobre Mason. Años hace que no proyectan nada suyo... desde "Operación Cicerón" a "Rommel, el Zorro del Desierto".

Escalofriós me produjo, incluso su papel en aquella película vampírica, "El Misterio de Salem´s Lot". Casi me daba más miedo él que el trasunto de Nosferatu.

Un saludo cinéfilo.

Gloria said...

G.K., la verdad es que es bastante triste que la programación de cine en abierto está tan desequilibrada: es decir, poco cine clásico y mucho telefilm reciente pero terriblemente mediocre, o éxitos recientes que seguro que las cadenas televisivas pagan a precio de oro.

Lo triste es que, hoy en día, para ver cine clásico en TV, o hay que abonarse a una cadena de pago, o comprarte el DVD... y eso si está publicado.

Por mucho que ladre la SGAE, la mula Francis sigue siendo la única proveedora de algunos grandes clásicos: el mejor antídoto a la Francis serían dignas reediciones -con calidad, extras, y subtítulos- de los clásicos... Para cutreríos, tanto da el DVD mal editado como el .avi downlodeado

 
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