Sunday, February 03, 2008

Veinticuatro ojos (1954)

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Nijushi no hitomi (Veinticuatro ojos, 1954)
Basado en la novela de Sakae Tsuboi
Director: Keisuke Kinoshita.
Reparto: Hideko Takamine, Chishu Ryu, Hideki Goko, Yukio Watanabe, Eisei Amamoto,...
Full credits at imdb.com

Una producción Shochiku. Comentarios sobre la edición española de la película en DVD por Notro Films

"Las mujeres y los niños son difíciles de entender... ¡Todos llorando! ¡Venga a llorar!

Una de las ventajas de ver una película en casa es que cuando estás viendo un buen melodrama, no te da corte llorar a moco tendido. Y esta película es perfecta para eso. Me decidí por ella porque a) me gusta el cine japonés clásico y b) porque tiene a Hideko Takamine como protagonista. Si ya conoceis a este pedazo de actriz, no necesito añadir nada más. Si no la conocéis... Bueno ya es hora de que lo hagais: en serio, no lo lamentareis

Esta película fue ganadora de varios galardones en su momento, incluyendo el premio Kinema Jumpo a la mejor película de 1955, por encima de "Los siete samurais" de Kurosawa (¡Ahí es nada!), así que os podeis hacer una idea del éxito que tuvo en el momento de su estreno. Las películas sobre profesores no son consideradas como un género en sí mismo, aunque el tema ha producido memorables películas sobre el aprendizaje (en clase y en la vida) y el tránsito a la vida adulta, y este film es un buen ejemplo de ello. Keisuke Kinoshita dirige expertamente un filme bello y lírico, si bien inevitablemente melancólico en su visión del reciente pasado del Japón.

Año 1928. En una pequeña isla japonesa, los alumnos de primer curso están a punto de conocer a su nueva profesora, la resuelta Oichi-San, a quien sus traviesos estudiantes enseguida le colocan el mote de "Koichi-San" ("Señorita Guijarro", broma a partir de Oichi, que significa "piedra grande"). Hisako pronto se gana a sus pequeños alumnos con su franca sonrisa y su actitud vitalista. Los padres, en cambio, no están entusiasmados con esa joven que viste a la occidental y monta en bicicleta: demasiado moderna para su islita rural. Pero Hisako también acaba venciendo sus reticencias y ganándose el respeto de los padres y el de sus colegas más mayores (a quienes no les gustaban sus nuevos métodos pedagógicos). A causa de un accidente, Hisdako tiene que dejar la escuela, despidiéndose por un tiempo de sus doce alumnos, a quienes promete que volverá a ver en el sexto curso



Cuando Oichi-San se reencuentra con sus alumnos, ahora adolescentes, éstos sueñan con un futuro prometedor, aunque la realidad pronto asomará su fea cara. Hay un punto y aparte en la película, cuando el barco en el que Hisako y su clase van de excursión escolar se cruza con el barco en el que trabaja el marido de la "Señorita Guijarro". Los barcos se aproximan como dos amantes que corren en pos de un abrazo, mientras el ritmo de la música se acelera. Cuando los barcos se cruzan y viajeros y tripulantes se saludan, nadie se da cuenta de que esos días felices se van a acabar.

De hecho, en ese mismo viaje Hisako se encuentra con una de sus ex-alumnas, que dejó la escuela para trabajar tras haber perdido a su madre: obligada a crecer antes de tiempo, trabaja de camarera en un restaurante en el que su antigua profesora se detiene a tomar un té. Durante el viaje, los chicos hablan de su deseo de servir al emperador: sueños de gloria que resultan más atractivos pare ellos que la sencilla vida que les espera de seguir viviendo en su isla. Hisako está preocupada, ya que a ella no le gusta la guerra, ni que los jóvenes mueran en ella, y más cuando estos chicos que ha visto crecer son como hijos para ella.

"El color del mar y la forma de las montañas continuaron igual. El mañana se convirtió en hoy"

Un dia, a Hisako se le informa de que ha estado enseñando cosas prohibidas a sus alumnos. Ella pensaba que, de hecho, sólo les estaba abriendo los ojos al mundo, pero es informada por sus superiores -que la consideran una "roja"- que su deber es producir patrioticos y incondicionales súbditos de un imperio militarista. Eso significa que ha de cerrar la boca y quemar los textos prohibidos. A Hisako no le entusiasma formar niños para convertirlos en carne de cañón, de manera que termina por dejar el trabajo (la situación me recuerda la película de Jean Renoir This Land is Mine, así como las tribulaciones de la señorita Oki en el manga "Adolf" de Osamu Tezuka. Hisako sufre la incomprensión de su propio hijo, quien cree que una madre que no desea que él luche por el emperador es cobarde y poco patriótica.

Mientras tanto, el paso a la vida adulta cobra su peaje a los antiguos alumnos de Hisako, que tienen que vérselas con la pobreza, la enfermedad o la destrucción de sus sueños juveniles... y luego la guerra. La vida de Hisako también se ve afectada por la tragedia. La foto de grupo de aquel primer curso se convierte en un símbolo del paraiso perdido.

La guerra nunca la vemos de primera mano, solamente sus efectos en la comunidad. Cuando los alumnos de Hisako son llamados a filas, ella va a despedirlos al muelle. Mientras sujeta una serpentina, cuyo extremo sujeta uno de los chicos embarcados, tenemos la terrible sensación de que un cordón umbilical está a punto de romperse.







La guerra termina, y Hisako vuelve a la enseñanza. descorazonada por el destino de aquellos niños a los que enseñó a confiar en el futuro, será sin embargo consolada por los supervivientes de aquella clase malhadada, que le demuestran que despues de todo, no sembró en vano. Sin ser un final feliz al cien por cien, tampoco se cierra de todo a la esperanza.

Algunos enlaces:
- Crítica de Freda Freiberg en Senses of Cinema (en inglés)
- Crítica de Slarek en DVD Outsider (en inglés)
- Ensayo por Joan Mellen en Eureka Video (en inglés)
- Documentos online sobre "Veinticuatro ojos" y otras películas de Kinoshita en Cinefiles (en inglés)

3 comments:

Jaime Sirvent said...

Gran post Gloria, muy trabajado. No la he visto, pero por lo que cuentas tiene muy, muy buena pinta. La veré en cuanto pueda.

A todo esto perdón por haber tardado en leerte, pero es que la resaca del carnaval me anuló como persona el domingo.

Gloria said...

Bueno, no sé si será plato de todos los gustos, ya que entra en la categoría que mi madre solía llamar "Dramón Cochinero". En Japón, por lo que he leido, fué una película popularísima, y que tocó mucho la fibra sensible de la población.

La Takamine está inmensa, aunque he de decir que aún no he visto una película suya que no me guste (ya las iré comentando aquí poco a poco)

Uy, yo no estoy de resaca desde antes de fin de año, es que con la edad me tengo que moderar, ja, ja... Llevo una vida de lo más conventual XD

Jaime Sirvent said...

Haré por verla. Estoy convencido de que me gustará. Hoy me he pasado tres pueblos en mi blog con la palma de oro de Cannes, no me ha gustado nada. Espero no haber sido muy duro.Ya me contarás.

 
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