Tuesday, October 09, 2007

El Truqui (o los experimentos, con cerveza)

English abstract: How to make beer at home taste as grand as it does in the bar

Hace unos años, había un anuncio (creo que de sopicaldos) que usaba, como atractivo publicitario de la marca, la capacidad de las amas de casa (entonces, por lo que se ve, los hombres no cocinaban) de sacar punto a sus platos con algún "truco" particular casero, que, por supuesto incluía el uso de la sustancia publicitada. Tal concepto quedó grabado en la memoria colectiva como "El Truqui".

Bueno, pues resulta, que una de las consecuencias de mi reciente y quasi-traumática experiencia de pasar casi tres semanas sin nevera ("quasi" en tanto que el caballero del servicio técnico era tal cual uno de mis hombres ideales ), ahem, una de las consecuencias, es que me empecé a plantear porqué la cervecita no me sabe igual en casa que fuera... porque fuera, por norma, me sabe muchísimo mejor... lo cual me mosquea porque en casa suelo optar por tener cerveza un poco buena (nada de marcas blancas).

Pero bueno, la cerveza, estimados, es un misterio: siempre me había preguntado porqué la cerveza me sabe mejor en San Sebastian/Donostia (¿tal vez por que se elabora con agua del pirineo navarro?) o en Madrid (tal vez por que siempre la he visitado en épocas de calor, y encima me dedico a callejearla en horas de lorenzo inmisericordioso?)... Y siempre, siempre, me sabe mejor una cañita en un bar que un quintillo en casa. Esto, amigos y amigas, no podía continuar así.

Pero gracias a mi temporal desgracia, me di cuenta que una de las claves era... ¡La temperatura!

Por lo que se ve, yo acostumbraba a tener la nevera lo suficientemente fría para conservar, por ejemplo, cogollos de lechuga, pero no para tener la cerveza en su punto de temperatura ideal. Investigando el tema un poco más, me fijé en la costumbre de algunos establecimientos de poner los vasos o jarras en contacto con agua fría, o directamente, tener dichos recipientes en una nevera a baja temperatura... y hete aquí que me digo "¡Tate! ¡Ésto lo voy a probar".

Así que me pongo manos a la obra y pruebo el "truqui": mesmamente, dejar el vaso destinado al consumo de cerveza en el congelador por unas horas... Y ¡leches! os juro que, tomándola en un vaso, helado la cerveza ahora me sabe de PM, vamos, de P-ísima M, para ser más concretos.

No te acostarás sin saber una cosa más, si señora.

Un último consejo: mejor si no congelais el vaso en el mismo cajón en donde guardais el pescado. Avisados/as estais.

P.D.: ¡Ésto lo tengo que probar también con la horchata!

7 comments:

Olaf said...

Mi madre también hace esas cosas. Bueno, mientas no metas la cerve al congelador y se te olvide...XD

En cuanto a la horchata... una vez, no recuerdo como probe una muy buena y desde entonces me conformo con la Chufi q venden en el super... ¿Me aconsejas alguna en especial?

Senador Lombrith said...

Mi padre aplica desde hace eones tu recién descubierto truqui. Es un gran invento: así la cerveza no pierde temperatura enfriando el vaso. Se podría hacer también al contrario: servir el café en una taza precalentada.

Con la horchata debe estar de muerte.

Gloria said...

Pues sí... La verdad es que el descubrimiento no es nada nuevo, aunque me alegro de haberlo probado. Senador, lo del café es buena idea... aunque depende de dónde te lo sirvan: hay bares que lo ponen tan, tan caliente que has de leerte toda la prensa del local (incluyendo la deportiva) para no quemarte la lengua (Lo que no sé es como habria que servir un "reventat": eso habrá que preguntarselo a Ferran Torrent)

Olaf, en cuanto al tema horchata, mi norma es que cuanto más precedera, más rica. Es decir: la mejor horchata es la fresca del día que puedes beber en una horchatería o heladería(preferentemente si es de fabricación propia). Este tipo de horchatas suelen aguantar no más de un día en la nevera (aunque nunca llegan a durar tanto sin consumir, ja, ja). A veces, hay fábricas de horchata que abastecen de horchata fresca (no en botellín) a los bares: por aquí en Barcelona hay marcas como Montserrat o Fillol. Yo recuerdo que antes muchos bares tenían la horchata Síper (muy buena) e incluso en algunos lugares la vendían embotellada.

Luego estarían las horchatas pasterizadas, que se pueden encontrar bien en las secciones de refrigerados o bien congeladas: yo suelo encontrar por aquí la marca "La Levantina" de la casa Letona. Y despues las horchatas esterilizadas (como la Chufi) que pueden aguantar bastante tiempo en las estanterías de un supermercado (por eso se encuentran todo el año)

La marca Chufi mismo tiene ahora una variante que llaman "maestro horchatero", que tiene una mayor cantidad de chufa que su horchata normal. Si no sueles encontrar mucha variedad en tus supermercados habituales prueba, no sé, el super de El Corte Inglés, que suele estar bien pertrechado. Otra opción interesante es el Mercadona, que es una empresa valenciana, y, aparte de las horchatas esterilizadas, suelen tener pasteurizadas (frescas y congeladas), así como polos de chufa y un helado de "crema de chufa" la mar de curiosón.

Buf.. un dia de estos tengo que dedicar un buen post a la horchata. Claro que también tengo pendiente ir de "peregrinación" a Valencia y patearme devotamente toda l'Alboraia de establecimiento en establecimiento.

Olaf said...

Mmmm... yo compro en el Mercadona. Y por cierto, en las tiendas "La Sirena" hay polos de horchata, que no estan del todo mal.

¿Has pensado en la posibilidad de Foggy Nelson bebiendo horchata? Es buen material para un postXD

Gloria said...

Vaya tendré que pasarme por "la Sirena" también.

Lo de Nelson y la horchata queda apuntado. Yo creo que con lo que le gustan los batidos ("milk-shakes") al buen hombre, la horchata sería sin duda algo de su gusto.

De hecho... bueno, la idea tiene potencial: Brubaker podría hacer un "peasso" historia con eso ("De Hell's Kitchen a L'Alboraia!")

Fox said...

La verdad es que lo del vaso en el congelador le da un sabor glorioso a la birra. Aunque depende de la marca...

Generalmente, un día cualquiera (haga frio o haga calor), meto la cerveza (generalmente Heinekken, Estrella Galicia, o Grinbergem Cuvé si es un día especial) en la nevera y el vaso (un baso de pinta inglesa) en el congelador una hora antes de tomarla. Entonces meto el disco en el reproductor y veo plácidamente un nuevo episodio de House (se puede sustituir por cualquiera de tus series o películas favoritas). Es el mejor momento de la semana sin duda.

FOXXXXXXXXX
PD: ¿Se nota que soy muy cervecero? XD

Gloria said...

Jo, Nacho, eres todo un gourmet del lúpulo.

Y eso de disfrutar de un buen DVD con su vasito de cerveza en su justo punto debe de dar un gustirrinín...

 
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