Monday, December 21, 2009

¡A mí no me enredas, George Sanders!

... o "Proximamente en este bat-canal" (2)


Yors y Chevecha (que che chube a la cabecha)

Que no, que no me lo trago, tu bebiendo cerveza . ¡Ja!... Y más en esa copilla de cava que no llega ni a media caña. A mí no me tomas el pelo. Tú tomándote cerveza, y nada menos en el Stork Club, en la exclusiva Cub Room "Where the elite meet" que decía Margo.

A otro perro con ese hueso. Como si no supiera que lo tuyo es el vodka sin rebajas, y no las lagers de Milwaukee.

Si en vez de George Sanders fueras George Roper, pues aún colaría que te estuvieras tomando una buena pinta en el pub mientras Mildred está en el sofá de casa pimplando un coñá francés que tenían de oferta en Sainsbury's, pero tu no eres George Roper, eres George Sanders, recoñes (ya le gustaría a Mildred!).

Eso si, por verte, aún te veo más a tí con una cerveza que a Liberace. Que lo de este mozo segurísmo que no es la cerveza (yo lo veo más de champán semiseco).

6 comments:

David said...

Vaya! No estaba de seguro de si éste era el que se había suicidado con una "curiosa" nota o si era otra la que se había suicidado cuando le dejó. De hecho, debió salir con varias, ¿no? Pero he visto que fue él que se autoeliminó. ¿Era Shere Kan tb, no?

miquel zueras said...

Seguro que un señor como Sanders que nació en San Petersburgo y vino a morir a Castelldefels después de casarse con las dos hermanas Gabor -Zsa Zsa y Magda- debía beber cosas más fuertes. Esta noche pienso beberme un vodka a su salud mientras veo "Hombre atrapado" en la que Sanders hace de nazi malvado. Además con mi secundario preferido: John Carradine. Borgo.

Gloria said...

Si, Sanders se finiquitó en Castelldefels. Andaba yo en aquellos tiempos vacacionando por esa población: por desgracia, aunque comprensiblemente, estaba más pendiente en aquellos tiempos de hacer túneles en la arena de la playa.

Su famosa nota no la hubiera desdeñado el mismísimo Adison DeWitt, aunque hay que decir que dejó una segunda nota más tierna, destinada a su hermana, con la intención de consolarla de las malas noticias.

Sanders se quedó bastanta depre tras la muerte de su tercera esposa (Benita Hume, la viuda de Ronald Colman) y, muy posiblemente la muerte de su hermano (el actor Tom Conway. Otro matrimonio (¡con una cuñada!) y unas cuantas amantes subsiguientes no consiguieron levantarle el ánimo significativamente. Además, tras haber vivido una vida con una salud de hierro, se resintia de los achaques, y temía acabar como uno de sus padres, que murió con Alzheimer y completamente achacoso...

EL hotel, por cierto, está en lo alto de una colina, así que la vista con la que George se despidió del mundo debe ser espléndida.

Gloria said...

Miquel, si me remito a las anécdotas que Sanders que explicaba de su familia, pues no me extrañaría que tomara combinados potentes... de alcohol, me refiero.

Además a Sanders le gustaba bastante leer, así que, decididamente era un tipo peligroso...

"Hombre atrapado" es una de mis películas favoritas, tanto de Sanders como de Lang, el director. La educada frialdad con la que Sanders mantiene su dialogo con Walter Pidgeon... Creo que pocos pronunciarían la palabra "grave" (tumba) ronroneándola con la gracia con la que él lo hace ahí.

Curiosamente, hasta entonces, Sanders no era predominante un actor especialista especialista en malvados, ya que hasta el momento iba haciendo un poco de todo, incluso papeles de galán o de mejor amigo del prota... Pero sin duda, fue en papeles como éste los que decantaron a los productores a ofrecerle este tipo de roles.

Sanders era un tipo políglota y un factor importante el la multitud de papeles de Nazi o malvado teutónico que se le ofrecieron (según recordaba él mismo con socarronería) era por lo bien que sabía decir "SchweinHund!!"

miquel zueras said...

Hacen falta más Sanders en el cine actual. Le ví ayer en un canal extraño haciendo de Frozen en el primitivo Batman de Adam West. Seguron que Sanders sabía hacer mi cóctel preferido-Dry Martini- como nadie. Borgo.

Gloria said...

Completamente deacuerdo... Y lo curioso es que Sanders no tenía el distinguido background teatrero de algunos colegas de la época (repertorio de clásicos, Shakespeare, etc...), sino que fue a parar a la actuación un poco por deriva: Al tener una buena voz consiguió un trabajo en la BBC como actor radiofónico donde pulió sus dotes vocales y adquirió una notable profesionalidad: de ahí pasó al teatro y al cine.

Una cosa que echo de menos en los actores de antes es lo mucho (y lo bien) que trabajan sus voces: Hoy se enfoca mucho la expresividad del actor a lo físico, y no es que eso me parezca mal en sí, pero a veces una buena actuación en ese sentido se fastidia bastante cuando la voz no se adecua al personaje o el actor vocaliza como si tuviera una patata en la boca.

 
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