Tuesday, October 16, 2007

El Boyu

English Abstract: Vernacular lactics



(Verídico: oido por mi hermana un día en la playa)
"¡Vanessaa! ¡T'he disho sieneh y sieneh de vesse que te comah el boyú!

Tuesday, October 09, 2007

El Truqui (o los experimentos, con cerveza)

English abstract: How to make beer at home taste as grand as it does in the bar

Hace unos años, había un anuncio (creo que de sopicaldos) que usaba, como atractivo publicitario de la marca, la capacidad de las amas de casa (entonces, por lo que se ve, los hombres no cocinaban) de sacar punto a sus platos con algún "truco" particular casero, que, por supuesto incluía el uso de la sustancia publicitada. Tal concepto quedó grabado en la memoria colectiva como "El Truqui".

Bueno, pues resulta, que una de las consecuencias de mi reciente y quasi-traumática experiencia de pasar casi tres semanas sin nevera ("quasi" en tanto que el caballero del servicio técnico era tal cual uno de mis hombres ideales ), ahem, una de las consecuencias, es que me empecé a plantear porqué la cervecita no me sabe igual en casa que fuera... porque fuera, por norma, me sabe muchísimo mejor... lo cual me mosquea porque en casa suelo optar por tener cerveza un poco buena (nada de marcas blancas).

Pero bueno, la cerveza, estimados, es un misterio: siempre me había preguntado porqué la cerveza me sabe mejor en San Sebastian/Donostia (¿tal vez por que se elabora con agua del pirineo navarro?) o en Madrid (tal vez por que siempre la he visitado en épocas de calor, y encima me dedico a callejearla en horas de lorenzo inmisericordioso?)... Y siempre, siempre, me sabe mejor una cañita en un bar que un quintillo en casa. Esto, amigos y amigas, no podía continuar así.

Pero gracias a mi temporal desgracia, me di cuenta que una de las claves era... ¡La temperatura!

Por lo que se ve, yo acostumbraba a tener la nevera lo suficientemente fría para conservar, por ejemplo, cogollos de lechuga, pero no para tener la cerveza en su punto de temperatura ideal. Investigando el tema un poco más, me fijé en la costumbre de algunos establecimientos de poner los vasos o jarras en contacto con agua fría, o directamente, tener dichos recipientes en una nevera a baja temperatura... y hete aquí que me digo "¡Tate! ¡Ésto lo voy a probar".

Así que me pongo manos a la obra y pruebo el "truqui": mesmamente, dejar el vaso destinado al consumo de cerveza en el congelador por unas horas... Y ¡leches! os juro que, tomándola en un vaso, helado la cerveza ahora me sabe de PM, vamos, de P-ísima M, para ser más concretos.

No te acostarás sin saber una cosa más, si señora.

Un último consejo: mejor si no congelais el vaso en el mismo cajón en donde guardais el pescado. Avisados/as estais.

P.D.: ¡Ésto lo tengo que probar también con la horchata!

Monday, October 01, 2007

Manifiesto alimentario (que no alimenticio)

La leche, entera.

El café, con cafeina.

La cerveza, con alcohol.

Eso sí, la tortilla de patatas me gusta igual con cebolla que sin.
 
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