Wednesday, January 07, 2015

Sit down, you're rocking the boat?

Cuando cursaba EGB en un colegio de monjas de no muy agradable recuerdo, las alumnas teníamos una especie de red de lecturas clandestinas, entendiendo por ello revistas no aceptables a los ojos de las hermanas para la correcta formación de nuestras tiernas mentes infantiles o pre-adolescentes. Estas perniciosas lecturas solían ser devoradas en grupo y en algún rincón del patio alejado del control de monjas o maestras de guardia.

Yo solía detestar las más habituales (imagino por su caracter alienante y enmarujante), que eran el SuperPop y el Nuevo Vale (una versión junior de la revista Pronto). Yo solía traerme el Fotogramas (1), que en una ocasión en la que traía un reportaje sobre ídolos pop juveniles de la época y que las compañeras me dejaron destrozaíca, ante mi estupefacción ¿como era posible que les gustara más Pedro Marín que Frank Sinatra o Los Beatles? (Nací con gustos viejunos, lo confieso).

El caso, es que a veces se colaban otras revistas aún menos recomendables, pongamos Interviu y alguna que otra revista de adultos por el estilo. Recuerdo que en una de ellas leí una historieta de Wolinski sobre la evolución de la pornografía: empezaba con el fotógrafo solicitándole a la modelo que mostrara un pecho y en las siguientes viñetas, la modelo se iba desprendiendo de su ropa ante la exigencia del fotógrafo de que aquello era "lo que atraía a los lectores", llegando al punto de exigirle mostrar la parte interna de sus genitales. Al final, el fotógrafo concluía que habían llegado a un punto en el que "lo que en realidad va a atraer a los lectores es una imagen de un intelectual leyendo": viñeta del fotógrafo en pelotas sujetando la revista, con la modelo, ahora vestida, haciendo la foto.

También recuerdo una de las peores fotos a doble página que he visto en la vida, que aparecía en un Interviu que una compañera había traido y que mostraba el cadaver del conserje del edificio en el que se ubicaba la redacción de El Papus, tras la explosión de un artefacto enviado por unos terroristas ultras para vengar la afrenta que para ellos suponía la existencia de aquella revista satírica.

Portada de El Papus de los 70 perfectamente aplicable a nuestros días

Fue un atentado sin culpables, sin condenas, sin juicio, con un muerto y 17 heridos que nunca recibieron indemnización ni reconocimiento como víctimas del terrorismo. Dato curioso, el ministro de Interior en aquella época de modélica transición era Rodolfo Martin-Villa, un individuo que tras su retirada de la política ha conocido esa dolce vita de los altos despachos de grandes empresas (ese premio a la gente que sabe arrimarse a buen árbol). Me parece significativo que la única vez que a este tipo se le han pedido cuentas ha tenido que ser desde un juzgado argentino (aquí nunca hemos cuestionado que tras la muerte de Paquito todo el mundo se despertara, de un día para otro convertido en "demócrata de toda la vida", y así nos luce el pelo).


Haz el amor y no la guerra, mira que el slogan tiene años, y ni con esas

Sólo os recomendaré ver el reportaje El Papus. Anatomía de un atentado en este enlace: Me resultan curiosas las declaraciones de algunos personajes que dicen la mar de panchos que la revista, para ellos, era tan deleznable, que sin duda el atentado era un castigo merecido a tanto descaro jipicomunista, aunque ojo, se apresuran a añadir, que-conste-que-yo-no-tuve-nada-que-ver-eh.

En fin, ya me disculpareis por la perorata, pero hoy, y con intencion similar a los autores del atentado a El Papus, unos cabrones sin sentido del humor han asesinado a 12 personas, entre ellas Wolinsky y varios compañeros de redacción de Charlie Hebdo. Cantaba Stubby Kaye en Ellos y ellas que yendo en bote al Cielo, mejor no liarla para no volcar pero hoy, francamente, no estoy de humor para mantenerme en el asiento.
Notas: (1) Por aquel entonces de periodicidad semanal.

1 comment:

David said...

Muy buena entrada. Yo también me acordé del atentado de El Papus (y de que murió el portero; recuerdo aquella página de Carlos Giménez en España Una, grande, libre)...

 
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